En muchos sentidos, la relación de David y Jules Evans no es diferente a la de la mayoría de los padres y las hijas de dieciséis años. Él lucha por entenderla y ella se niega a comunicarse con él. Él quiere involucrarse en su vida y ella quiere su propio espacio. Sin embargo, en un aspecto importante, David y Jules son diferentes al resto, debido a la muerte de la madre de Jules y la esposa de David en un accidente automovilístico dos años antes. Con ambos luchando por hacer frente a los rigores de la vida diaria a raíz de esta devastadora pérdida, Jules decide tomar el asunto en sus propias manos: así comienza a crear perfiles para David en múltiples plataformas de citas en línea y encontrarle una pareja.
Lleno de esteriotipos pero jugando a ser graciosa, la cinta termina perdiéndose en un cruce donde no sabe muy bien donde dirigirse. Esta montaña rusa de risas que derrepente se para en seco con forzadas lágrimas, no funciona a la hora de llegar a un espectador que sabe lo que está viendo pero que tampoco quiere que lo tomen por tonto.
Hay productos navideños de baja calidad que merecen mucho más visionados que está vacía película de intenciones navideña.
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