Mucho mas mayores, pero igual de flipados, vuelven Bill y Ted.
Que nos cuenta esta película, pues que han pasado 25 años desde la irrupción mundial de los Wild Stallyns tras la segunda parte, pero siguen sin conseguir la canción que unirá al mundo, y tras exigirse demasiado el grupo se fue al carajo y ahora tocan para muy pocas personas. Vamos que siguen siendo unos fracasados y siguen igual de flipados... se que repito la palabra mucho pero es que es la única que puede definir como son estos dos viajeros en el tiempo. Y claro como no podía ser de otra forma, llegan desde el futuro (que cae por valencia por lo que se ve) para darles 70 minutos para crear la famosa canción, así que como no podía ser de otra manera, deciden robar la maquina del tiempo y viajar al futuro cuando ya la habrían compuesto y robársela. Y aquí comienza la nueva y alocada aventura que les vuelve a llevar al futuro y al infierno donde vuelven a encontrarse con la Muerte.
El que espere algo de coherencia, mejor que ni se acerque, el que espero un mínimo de guión, que tampoco lo haga, esto es una locura sin sentido y aun mas burra y bestia que las anteriores en cuanto a los viajes en el tiempo. y bueno un ritmo alocado, una música cuestionable y cuatro versiones mágicas de Bill y Ted que son incluso mejor que los originales. El buen rollo entre los actores protagonistas, es mas que evidente y de esta amistad surgió la película, que huele a Keanu, A QUE NO HAY HUEVOS DE HACER OTRA DE BILL Y TED. Total que es una película hecha por y para los fans de los personajes, una secuela que coge todo lo de las anteriores y lo mejora y lo lleva mas a lo extremo. Vamos una gozada para los amantes de los ochenta y de la película original.
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